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sábado, 21 de abril de 2018

¡JESÚS, es el BUEN PASTOR!!...




¡Hola hermanos (as)!!..
quise compartir con cada uno de ustedes la riqueza enorme de este bello texto, la parábola de "el buen pastor"...que nos la deja Jesús en sus Evangelios.

La lectura de esta parábola es realmente reconfortante:
nos proporciona paz y nos mantiene en la tensión espiritual necesaria..
siempre hacia el Cielo, como proyecto de vida.

En la biblia, también encontramos pasajes bíblicos paralelos que se relacionan íntimamente con la parábola de Jesús.
Les dejo una selección de lecturas comparadas para una mejor comprensión del relato de Jesús.

Hermanos,
caminemos en la paz de Dios y atentos!!..
escogiendo siempre el camino de la santidad,
pues es el único camino que nos conduce a la "felicidad celeste, imperecedera e INMUTABLE"...
ya que todo aquí es mutable...
¡"oropel, oropel"!!...
no lo olviden...
atentos y escuchemos siempre la voz del Pastor:

¡JESÚS!!..





Lecturas comparadas :

Juan 10, 1-21 :

1 «Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante.

2 El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas.

3 El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir.




4 Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.



5 Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz».

6 Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir.

7 Entonces Jesús prosiguió: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.




8 Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado.

9 Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento



10 El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.




11 Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.



12 El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye. y el lobo las arrebata y la dispersa.

13 Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.



14 Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí




15 –como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas.

16 Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.



17 El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.

18 Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre».




19 A causa de estas palabras, se produjo una nueva división entre los judíos.

20 Muchos de ellos decían: «Está poseído por un demonio y delira. ¿Por qué lo escuchan?».

21 Otros opinaban: «Estas palabras no son de un endemoniado. ¿Acaso un demonio puede abrir los ojos a los ciegos?».

22 Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno,

23 y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.

24 Los Judíos lo rodearon y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente».

25 Jesús les respondió: «Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí,

26 pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.



27 Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.



28 Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.



29 Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.

30 El Padre y yo somos una sola cosa».

31 Los judíos tomaron piedras para apedrearlo.

32 Entonces Jesús dijo: «Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?».

33 Los judíos le respondieron: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios».

34 Jesús les respondió: «¿No está escrito en la Ley: "Yo dije: Ustedes son dioses"?

35 Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra –y la Escritura no puede ser anulada–

36 ¿Cómo dicen: "Tú blasfemas", a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: "Yo soy Hijo de Dios"?

37 Si no hago las obras de mi Padre, no me crean;

38 pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre».

39 Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero el se les escapó de las manos.

40 Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado, y se quedó allí.

41 Muchos fueron a verlo, y la gente decía: «Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad».

42 Y en ese lugar muchos creyeron en él.


Jn 21,16 :

16 Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». El le respondió: «Sí, Señor, saber que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas».




Miqueas 2,13:

13 El que abre camino sube a la vanguardia, los demás se abren camino, franquean la puerta y salen por ella: ¡su rey pasa al frente de ellos, el Señor marcha a la cabeza!





Juan 3,17:

17 Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.




Salmo 23,1-3:

1 Salmo de David. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.



2 El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas



3 y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.




Isaías 49,9-10:

9 para decir a los cautivos: «¡Salgan!», y a los que están en las tinieblas: «¡Manifiéstense!». Ellos se apacentarán a lo largo de los caminos, tendrán sus pastizales hasta en las cumbres desiertas.

10 No tendrán hambre, ni sufrirán sed, el viento ardiente y el sol no los dañarán, porque el que se compadece de ellos los guiará y los llevará hasta las vertientes de agua.




Ezequiel 34,14:

14 Las apacentaré en buenos pastizales y su lugar de pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos sobre las montañas de Israel.




Ezequiel 34,1 ss.:


1 La palabra del Señor me llegó en estos términos:

2 ¡Profetiza, hijo de hombre profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño?



3 Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño.

4 No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad.




5 Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado,



6 y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas!


7 Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor.

8 Lo juro por mi vida –oráculo del Señor–: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a si mismos, y no a mis ovejas;

9 por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor :

10 Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa.

11 Porque así habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él.



12 Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas.

13 Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las traeré a su propio suelo y las apacentaré sobre las montañas de Israel, en los cauces de los torrentes y en todos los poblados del país.



14 Las apacentaré en buenos pastizales y su lugar de pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos sobre las montañas de Israel.



15 Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar –oráculo del Señor–.




16 Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y curaré a la enferma, pero exterminará a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia.



17 En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos.




18 ¿No les basta con apacentarse en buenos pastizales, que pisotean el resto del pasto? ¿No les basta con beber agua limpia, que enturbian el resto con sus pies?

19 ¡Así mis ovejas tienen que comer lo que ustedes han pisoteado, y tienen que beber lo que ustedes han enturbiado con sus pies!

20 Por eso, así les habla el Señor: Yo mismo voy a juzgar entre la oveja gorda y la oveja flaca.



21 Porque ustedes han empujado con el costado y con la espalda, y han atacado con los cuernos a las más débiles hasta dispersarlas fuera del pastizal,

22 yo acudiré en auxilio de mis ovejas y ellas no estarán más expuestas a la depredación: yo juzgaré entre oveja y oveja.



23 Suscitaré al frente de ellas a un solo pastor, a mi servidor David, y él las apacentará: las apacentará y será su pastor.



24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi servidor David será príncipe en medio de ellas. Yo, el Señor, he hablado.




25 Yo estableceré para ellos una alianza de paz y haré desaparecer del país a las bestias feroces. Ellos habitarán seguros en el desierto y dormirán en los bosques.

26 Haré que ellos y los alrededores de mi colina sean una bendición, y haré caer la lluvia a su debido tiempo, una lluvia de bendición.

27 Loa árboles del campo darán sus frutos y la tierra dará sus productos, y ellos vivirán seguros en su propio suelo. Y cuando rompa las barras de su yugo y los libre de las manos de los que los tienen esclavizados, sabrán que yo soy el Señor.

28 Ya no serán presa de las naciones ni los devorarán las bestias salvajes. Vivirán seguros, sin que nada los perturbe.



29 Y haré brotar para ellos una plantación famosa: no habrá más víctimas del hambre en el país ni tendrán que soportar los insultos de las naciones.

30 Así sabrán que yo, el Señor, estoy con ellos, y que ellos son mi Pueblo, la casa de Israel –oráculo del Señor–.



31 Ustedes, mis ovejas, son el rebaño humano que yo apaciento, y yo soy su Dios –oráculo del Señor–.




Jeremías 23,1ss.:


1 ¡Ay de los pastores que pierden y dispersan el rebaño de mi pastizal! –oráculo del Señor–.

2 Por eso, así habla el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: ustedes han dispersado mis ovejas, las han expulsado y no se han ocupado de ellas. Yo, en cambio, voy a ocuparme de ustedes, para castigar sus malas acciones –oráculo del Señor–.

3 Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán.



4 Yo suscitaré para ellas pastores que las apacentarán; y ya no temerán ni se espantarán, y no se echará de menos a ninguna –oráculo del Señor–.



Ezequiel 34,3-8:

3 Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño.



4 No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad.

5 Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado,




6 y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas!

7 Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor.

8 Lo juro por mi vida –oráculo del Señor–: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a si mismos, y no a mis ovejas;




Zacarías 11,17:

17 ¡Pobre del pastor inútil que abandona el rebaño! ¡La espada caiga sobre su brazo y sobre su ojo derecho! ¡Que su brazo se seque por completo y que su ojo derecho se apague totalmente!





Juan 15,9:

9 Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.





Mateo 11,25-27:

25 En esa oportunidad, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.

26 Sí, Padre, porque así lo has querido.



27 Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

28 Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.



29 Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.


30 Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.




Jeremías 23,3.31,10:

23,3 Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán.



31, 10 ¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor, anúncienla en las costas más lejanas! Digan: «El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo cuidará como un pastor a su rebaño».




Jeremías 23:

1 ¡Ay de los pastores que pierden y dispersan el rebaño de mi pastizal! –oráculo del Señor–.



2 Por eso, así habla el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: ustedes han dispersado mis ovejas, las han expulsado y no se han ocupado de ellas. Yo, en cambio, voy a ocuparme de ustedes, para castigar sus malas acciones –oráculo del Señor–.

3 Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán.



4 Yo suscitaré para ellas pastores que las apacentarán; y ya no temerán ni se espantarán, y no se echará de menos a ninguna –oráculo del Señor–.



5 Llegarán los días –oráculo del Señor– en que suscitaré para David un germen justo; él reinará como rey y será prudente, practicará la justicia y el derecho en el país.

6 En sus días, Judá estará a salvo e Israel habitará seguro. Y se lo llamará con este nombre: «El Señor es nuestra justicia».

7 Por eso, llegarán los días –oráculo del Señor– en que ya no se dirá: «Por la vida del Señor que hizo subir a los israelitas del país de Egipto»,

8 sino más bien: «por la vida del Señor que hizo subir a los descendientes de la casa de Israel, y los hizo llegar del país del Norte y de todos los países adonde los había expulsado, para que habiten en su propio suelo».

9 A los profetas: Se me parte el corazón en el pecho, se aflojan todos mis huesos; soy como un hombre borracho, como un hombre vencido por el vino, a causa del Señor y a causa de sus santas palabras.

10 Porque el país está lleno de adúlteros –sí, a causa de la maldición, el país está de duelo, se han secado las praderas del desierto–: ellos corren hacia la maldad y emplean su fuerza para la injusticia.

11 Hasta el profeta y el sacerdote son impíos, aun en mi propia Casa encuentro su maldad –oráculo del Señor–.

12 Por eso su camino será para ellos como un terreno resbaladizo; serán empujados a las tinieblas y allí caerán. Porque yo atraeré sobre ellos desgracia en el año de su castigo –oráculo del Señor–.

13 Entre los profetas de Samaría, yo he visto el desatino: ellos profetizaban por Baal y extraviaron a mi pueblo Israel.

14 Pero entre los profetas de Jerusalén, he visto cosas horribles: son adúlteros, viven en la mentira, tienden la mano a los malhechores, ¡y así nadie se convierte de su maldad! Todos ellos son para mí como Sodoma y los habitantes de la ciudad, como Gomorra.



15 Por eso, así habla el Señor de los ejércitos contra los profetas: Yo les haré comer ajenjo y les daré de beber agua envenenada, porque de los profetas de Jerusalén ha salido la impiedad a todo el país.

16 Así habla el Señor de los ejércitos: No escuchen las palabras de los profetas que profetizan para ustedes: no hacen más que ilusionarlos, lo que dicen son visiones de su imaginación, no lo que sale de la boca del Señor.

17 Ellos se atreven a decir a los que desprecian la palabra del Señor: «¡Ustedes tendrán paz!». Y a los de corazón obstinado, les dicen: «¡No les sucederá nada malo!».

18 Pero ¿quién de ellos asistió al consejo del Señor para ver y escuchar su palabra? ¿Quién prestó atención y oyó su palabra?

19 Miren el huracán del Señor: se ha desencadenado el furor, se desata el torbellino, y se abate sobre la cabeza de los malvados.

20 La ira del Señor no se volverá atrás hasta haber ejecutado y cumplido los designios de su corazón. Al término de estos días, ustedes comprenderán esto claramente.

21 Yo no envié a esos profetas, pero ellos corrieron; yo no les hablé, pero ellos profetizaron.

22 Si hubieran asistido a mi consejo, habrían proclamado mis palabras a mi pueblo, lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus acciones.

23 ¿Acaso yo soy Dios sólo de cerca –oráculo del Señor– y no soy Dios de lejos?

24 ¿Puede un hombre esconderse en un lugar secreto sin que yo lo vea? –oráculo del Señor– ¿Acaso no lleno el cielo y la tierra? –oráculo del Señor–.

25 Yo escuché lo que dicen los profetas que profetizan falsamente en mi Nombre, diciendo: «¡He tenido un sueño! ¡He tenido un sueño!».

26 ¿Hasta cuándo continuará esto en el corazón de los profetas, que profetizan falsamente y vaticinan sus propios pensamientos engañosos?

27 Con los sueños que se cuentan unos a otros, ellos piensan hacer que mi pueblo se olvide de mi Nombre, como sus padres olvidaron mi Nombre por el de Baal.

28 El profeta que tenga un sueño, que cuente ese sueño, y el que tenga mi palabra, que pronuncie fielmente mi palabra. ¿Qué tiene en común la paja con el grano? –oráculo del Señor–.

29 ¿No es mi palabra como fuego –oráculo del Señor– como martillo que pulveriza la roca?

30 Por eso, aquí estoy contra los profetas –oráculo del Señor– que se roban mis palabras unos a otros.

31 Aquí estoy contra los profetas –oráculo del Señor– que se sueltan su lengua para proferir oráculos

32 Aquí estoy contra los profetas que profetizan sueños engañosos –oráculo del Señor– que los cuentan y extravían a mi pueblo con sus mentiras y sus jactancias, siendo así que yo no los envié ni los mandé, y que no sirven de nada para este pueblo –oráculo del Señor–.

33 Y cuando este pueblo, o un profeta, o un sacerdote, te pregunten: «¿Cuál es la «carga» del Señor?, tú les responderás: –oráculo del Señor–.

34 En cuanto al profeta, el sacerdote o al hombre de este pueblo que diga: «Carga del Señor», yo castigaré a ese hombre y a su casa.

35 Así deberá hablar cada uno con su prójimo o con su hermano: «¿Qué ha respondido el Señor?» y «¿Qué ha dicho el Señor?».

36 Pero ustedes no mencionarán la «carga del Señor», porque la «carga» para cada uno será su palabra, ya que ustedes han distorsionado las palabras del Dios viviente, el Señor de los ejércitos, nuestro Dios.

37 Al profeta les hablarás así: «¿Qué te ha respondido el Señor?» y ¿Qué ha dicho el Señor?».

38 Pero si ustedes dicen: «Carga del Señor», entonces, así habla el Señor: Ustedes han pronunciado esta palabra: «Carga del Señor», siendo así que yo les prohibí que dijeran: «Carga del Señor».

39 Por eso, yo los levantaré como una «carga» y los arrojaré lejos de mi presencia, a ustedes y a la ciudad que yo les he dado, tanto a ustedes como a sus padres.

40 Yo les infligiré un oprobio perpetuo y una ignominia eterna, que no se olvidará jamás.


Efesios 2,14ss.4,4ss :

2,14 Porque Cristo es nuestra paz; él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba,



15 y aboliendo en su propia carne la Ley con sus mandamientos y prescripciones. Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz,

16 y los reconcilió con Dios en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, destruyendo la enemistad en su persona.




4,4 Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida.

5 hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.

6 Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos.


Juan 5,25;18.37;11,52 :

5,25 Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.



18,37 Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz».



11,52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos.







Ezequiel 34,23;37,22 :

34,23 Suscitaré al frente de ellas a un solo pastor, a mi servidor David, y él las apacentará: las apacentará y será su pastor.



37,22 Haré de ellos una sola nación en la tierra, en las montañas de Israel, y todos tendrán un solo rey: ya no formarán dos naciones ni estarán más divididos en dos reinos.



Miqueas 2,13:

13 El que abre camino sube a la vanguardia, los demás se abren camino, franquean la puerta y salen por ella: ¡su rey pasa al frente de ellos, el Señor marcha a la cabeza!




Juan 3,35;8,29:

3,35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.




8,29 El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada».





Juan 3,11:

11 Te aseguro que nosotros hablamos de lo que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.



Juan7,20:

20 La multitud respondió: «Estás poseído por el demonio: ¿quién quiere matarte?».




Juan 3,2:

2 Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él».




Juan 9,30-33:

30 El hombre les respondió: «Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de que me ha abierto los ojos.


31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero si al que lo honra y cumple su voluntad.

32 Nunca se oyó decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento.


33 Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada».





Queridos amigos:
que se vean siempre fortalecidos, alentados e iluminados por la Palabra de Dios..
y sencillamente Él nos dice: 







REFLEXIONES :

El 4º domingo de Pascua se celebra litúrgicamente el día del "Buen Pastor" y el Jornada mundial de Oración por las vocaciones.

A continuación les dejo las homilías de los distintos pontífices...para que les ayude en su meditación y oración personal..
¡están bellísimas y agudas!!...


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